Nunca dejes de soñar en muchos colores

Esta es la historia de una amistad. Y una pasión. Jorge Ortí y Álex Purvis son los fundadores de la firma que ha revolucionado el mundo de los calcetines deportivos.  Estudiaron juntos, diversificaron sus carreras profesionales y volvieron a confluir para engendrar un concepto moderno y tecnológico sobre uno de los grandes olvidados de la práctica deportiva: los calcetines.

Momentos de trabajo, ciertas dudas y una decidida apuesta personal arraigaron una marca que se ha consolidado en el complicado y competitivo espectro deportivo internacional. Bienvenidos a SPORCKS.

Confluimos en Valencia. Jorge y Álex deciden dar el paso y poner en movimiento su formación en marketing, social media y e-commerce. El triatlón con toda su cultura deportiva y marketiniana es el motor que impulsa en nacimiento de la marca. Pero, ¿por qué los calcetines?

 “Somos grandes consumidores de marcas deportivas aplicadas y percibimos una saturación en cuanto determinados productos ‘clásicos’. Existe una evolución constante en cuanto a la tecnología y el diseño de camisetas, maillots, cascos, zapatillas… sin embargo los calcetines se habían quedado rezagados”, recuerda Jorge.

 “Son una prenda básica, pero actuaban como un añadido: no gozaban de personalidad propia. Nos llamaba la atención. Hay marcas que han generado su identidad propia a partir de calentadores de cuello o guantes, pero los pies quedaban acotados a las zapatillas. Tecnológicamente sí se habían dado pasos, pero no se había dotado de personalidad propia a los calcetines. Vimos que había un nicho por explotar y nos lanzamos con todo”, apunta Álex mientras termina con los primeros cafés de la mañana.

 Nace el ‘Sock Doping’

 Diferentes marcas habían esbozado algún concepto o se habían focalizados en productos técnicamente buenos, pero con diseños planos o repetitivos. SPORCKS dio una vuelta de tuerca al concepto: buscar la diferenciación a través de los calcetines. ¿Y cómo se consiguió esto? Con los dos elementos que marcan esta carrera de gran fondo: diseños atractivos y altos estándares de calidad.

 “Queremos dotar a los calcetines de personalidad propia a través de diseños propios que evoquen al deporte en su máxima expresión, pero SPORCKS es mucho más que eso. Queríamos generar una cultura, un movimiento. El reto pasaba por seducir a la gente y transmitir que no es solo una moda, debíamos conseguir que el cliente entendiera que es producto técnico que te va a permitir rendir y recuperar mejor durante la práctica deportiva”, comentan los jóvenes empresarios.

  Apertura al mundo

 La decisión está tomada y llega el momento de dar el gran salto. Meses de duro trabajo, con miles de horas invertidas y muchas dudas acompañaron a SPORCKS en su despertar.  La primera colección llevo casi un año de trabajo. A nivel técnico la apuesta fue clara: la calidad es innegociable y el proceso de fabricación debe ser nacional. Valencia es la sala de máquinas de SPORCKS. Cerca de casa, bajo el paraguas de una región siempre a la vanguardia textil nacen los tejidos que visten los pies de más de 50.000 atletas por todo el globo.

 A nivel creativo fueron meses de mucho ajetreo. Un camino estaba minado de dudas y miedos. Mucha prueba-error, incógnitas, noches sin dormir y una sensación de salto al vacío que se aliviaron cuando las primeras colecciones de ciclismo, running y triatlón quedaron disponibles en para su compra en 2016.

 “Las dudas giraban en torno a la viabilidad. Grandes marcas, como Adidas o Nike, incluían el calcetín en el catálogo, pero era una cosa residual a la que no le daban importancia. Esa situación generaba vértigo porque nuestra línea de negocio era esa. Había que crear una moda, una cultura de producto. El reto era grande y los miedos estaban ahí”, apunta Jorge.

 Trust the process

 El mercado era desconocido, pero la duda se resolvió pronto. Todas las proyecciones de crecimiento quedaron en papel mojado porque la acogida por parte de los deportistas superó todas las expectativas.

“Teníamos claro que íbamos a tirar para adelante. Era en ese momento o nunca. En este sentido, el temor pasaba por focalizarnos plenamente en ello. Dejar todo por SPORCKS era el riesgo, pero acertamos”. Álex tiene claro que no cambiaría nada del proceso.  

 Seis años después todo son satisfacciones. Cada meta, cada objetivo se ha terminado consiguiendo. Empezaron dos y ahora son cuatro en el equipo, además de una red de colaboradores y atletas profesionales que han convertido a SPORCKS en referencia del calcetín deportivo

 Jorge desprende satisfacción por una trayectoria firme, pero que no ha hecho más que comenzar: “Estamos marcando moda a nivel mundial. Ver tus diseños en Emiratos Árabes, en Australia o cuando ves a alguien con tus calcetines por la calle o en un evento deportivo es una satisfacción brutal. Ver a la gente de diferentes culturas y tradiciones contenta y tener un feedback positivo es una sensación que justifica tu trabajo más que cualquier cuenta de resultados”.

 El target cada vez es mayor y la rueda no puede parar. La necesidad de mejorar, seguir  creando nuevos diseños y abrir nuevas líneas de producto permanece inalterable. Es la esencia del universo SPORCKS. Más que un producto, una cultura en sí misma. Más que un calcetín: SPORCKS.

CADA KILOMETRO CUENTA Y POR ESO ESTOS SON LOS MODELOS QUE NUNCA ME FALLAN EN LAS CARRERAS...